Dra. Elena Ramírez García
La evidencia
científica del valor medicinal de una determinada dieta depende
del contenido de alimentos frescos y crudos. Toda dieta sana que se precie
debe tener de un 70- 75% de alimentos frescos y crudos. Por ejemplo los
efectos beneficiosos de la dieta mediterránea, se encuentran en
el alto consumo de ensaladas, fruta fresca y el aceite de oliva (el zumo
de la aceituna cruda) así como la poca ingesta de productos
elaborados ya sean lácteos, carnes o pasteles.
La explosión de colores, gustos y aromas; gratas a la vista y deliciosos
al paladar que producen las frutas y las verduras crudas y frescas han
significado desde los albores mismos de la civilización un ilimitado
medio de sustento para el hombre. Procedentes de lugares mediterráneos
o cálido en general el cultivo de las frutas y las verduras data
de los tiempos de la antigüedad. Las hay en verano y en otoño:
uvas, grosellas, fresas, lechuga, cebollas, remolacha y zanahorias; otras
en primavera y verano: albaricoques, cerezas, melocotones, ciruelas, berros,
collejas, diente de león; algunas se encuentran durante todo el
año: manzanas, plátanos, limones, repollo, calabaza; las
hay exóticas: piñas, mangos, chirimoyas... y tampoco deben
olvidarse los frutos secos: nueces, almendras, avellanas, nueces... Cada
una de ellas proporciona innumerables posibilidades culinarias y gastronómicas.
Son un mangar por sí solas, pero también preparadas en elaborados
platos típicos. De ellas se extraen deliciosos zumos naturales y
son la base de fermentados, como el vino y la sidra. Una buena ensalada
de la huerta regado con un buen aceite virgen de oliva o un gazpacho para
cuando el calor aprieta, con un coztel de piña con pepino y brotes
de trigo todo ello bañado con un buen zumo o un vasito de
vino y de postre una copa de fresas con nueces es un menú veraniego
que además conserva todas las propiedades biológicas y medicinales
de los alimentos. Recuperar la riqueza de los crudos es una fuente segura
de salud accesible en todos los sentidos y muy versátil en la cocina.
Las propiedades
medicinales de los alimentos están en los alimentos crudos y frescos
Cuando hablamos
de las propiedades medicinales de las frutas y las verduras nos referimos
a las frutas y verduras crudas donde la evidencia de su efecto protector
contra enfermedad como las cardiovasculares, la diabetes, la diverticulosis,
las cataratas, la obesidad, apoplejía y cáncer de estómago,
pulmón, cavidad oral, faringe, útero, páncreas y colon,
está ampliamente documentada. Los principios activos que posiblemente
están implicados en este efecto protector incluyen las dithiolthionas,
isothiocinatos, el indol-3-carbinol, los compuestos alilsulfuros, las isoflavonas,
los inhibidores de las proteasas, las saponinas, los fitosteroles, el hexafosfato,
la vitamina C, la D-limonena, la luteina, el ácido fólico,
el beta caroteno, el licopene, el selenio, la vitamina E, los flavonoides,
y la fibra dietética. Todos estos compuestos van desapareciendo
con la conservación primero y con la elaboración o cocción
después. Por ejemplo el ajo y sus derivados (la cebolla, los puerros,
las escalonias y los cebollinos) son ricos en alilsulfuros
con conocidas propiedades antiagregantes y anticancerígenas que
tienen esa conocida eliminación pulmonar y gástrica (por
el estómago) que hace que estemos exhalando sabor ajo o cebolla
el resto del día, desgraciadamente se pierden en el agua durante
su cocción. Lo mismo ocurre con las frutas y las hortalizas ricas
en selenio, vitamina C y flavonoides, con conocidas propiedades antitrombóticas
y imnunoestimulantes, los cuales se pierden en el agua y con la oxidación
del aire durante su conservación por ejemplo en frigorífico,
con la cocción o con la pasteurización de sus zumos. En el
caso de las verduras sus principios activos disminuyen proporcionalmente
al aumento de temperatura que reciben, así las propiedades anticancerígenas
tan bien constatadas de las coles y derivados (lombarda, repollo, coles
de Bruselas, coliflor) disminuyen en un 85% durante la cocción.
La elaboración de los alimentos merma su valor nutritivo
¿Producen muchas modificaciones los tratamientos térmicos
mediante vapor o agua caliente (cocción, escaldado, pasteurización,
evaporación, extrusión en caliente), microondas, aceite caliente
(fritura) o aire caliente (deshidratación y horneado y asado)? por
ejemplo, en las frutas y verduras produce una inactivación de sus
enzimas que activas nos ayudan a una digestión óptima de
los alimentos. La temperatura destruye vitaminas como la riboflavina,
la piridoxina, niacina, ácido fólico, la tiamina y el ácido
pantoténico, y en el caso de la cocción con agua se pierden
las vitaminas hidrosolubles especialmente el ácido ascórbico.
Las grasas de los aceites durante el aumento de temperatura sufren oxidaciones
y decarboxilaciones que las convierten en tóxicas capaces aumentar
el colesterol malo (LDL= Low Density Lipoprotein) y oxidar la vitamina
A que se vuelve una contravitamina. Las proteínas de los cereales
y de los lácteos, carnes y huevos sufren por la temperatura
pirólisis, desaminación y decarboxilación que destruyen
la lisina, el tríptofano, la metionina y la cistina disminuyendo
su valor biológico en un mínimo de un 10%, a un máximo
de un 90%, por ejemplo en la deshidratación de la leche, así
como producir reacciones de caramelización por mezclarse estos
aminoácidos con azúcares. El chamuscamiento tan frecuente
en los alimentos cocinados, y sobre todo asados, se debe a la destrucción
de las proteínas y al depósito de azúcares sobre esta
superficie, que también es un proceso de caramelización.
Las reacciones de caramelización son junto con los radicales libres
son los mecanismos responsables del envejecimiento de nuestro organismo.
Además la hemoglobina de las carnes se transforma en metahemoglobina
venenosa si se absorbe a sangre por impedir que el transporte de
oxígeno a los tejidos. Especial mención merece la fritura,
es decir la cocción del alimento mediante inmersión en aceite
a unos 200 grados, produce en el aceite una oxidación, dando lugar
a productos tóxicos que además aumentan la cantidad de aceite
retenido por el alimento. La intensidad de este efecto depende de la resistenica
del aceite a la temperatura, el más resistente es el aceite virgen
de oliva. El principal objetivo de la fritura es que el alimento
adquiera en su capa superficial una textura, color, aroma y bouquet característica
que se desarrollan por las reacciones de caralemización y por absorción
de esos compuestos volátiles tóxicos consecuencia del quemado
del aceite.
¿Producen pocas modificaciones: la conservación mediante refrigeración, la congelación y la liofilización?. La refrigeración en comparación con las demás formas de conservación apenas si provoca cambio alguno en el valor nutritivo de los alimentos, pero si se evidencian daños fisiológicos sobre algunas frutas tropicales (manzana, albaricoque, abocado, plátano, mango, melocotón, pera, ciruela y tomate) como son la incapacidad para madurar y la aparición de manchas. Los alimentos cocinados sufren más pérdidas de nutrientes por la posterior refrigeración. El principal efecto de la congelación sobre los alimentos es el daño que ocasiona en las células el crecimiento de los cristales de hielo que rompe las células, sobre todo a frutas y verduras, produciendo una pérdida de líquido y un aceleramiento de la putrefacción en la descongelación. La liofilización produce primero una congelación y después una evaporación del agua por sublimación y se envasan a vació en una atmósfera inerte para evitar la oxidación de las grasas. El resultado final apenas modifica la composición del alimento, si luego te lo comes tal cual o sea crudo, pero es un método caro que se utiliza poco (cafés, hierbas aromáticas, dieta completas de astronautas o deportistas). Las excepsiones: algunos alimentos contienen antinutrientes que desaparecen
con su elaboración mejorando sus propiedades
El crudivorismo
en el mundo.
El crudivorismo (comer sólo crudos) es un movimiento dietista difundido en todo el mundo. Hay muchos tipos de dieta cruda:
Centro Crudivegano ( crudívoro vegano )Boletín "Crudivegano" ( Unico en lengua castellana )El crudiveganismo
El crudiveganismo
es el tipo de alimentación que los alimentos se toman en estado
natural (crudos), sin conservantes, ni fermentados, ni cocinados, etc.
y está exenta de productos animales.
Hemos de tener
en cuenta que el hombre es el único animal que cocina los alimentos.
Con esto, desvirtuamos los alimentos y, por eso, se destruyen sus propiedades
vitalizantes.
Las enzimas se pierden en la cocción, siendo éstas necesarias para la digestión. El agua fisiológica se evapora, quedando el alimento sin esta parte líquida necesaria. Los minerales de los alimentos cambian de su estado orgánico cuando están crudos a inorgánicos al cocinarlos. Se produce también la llamada leucocitosis digestiva, esto es fruto de la ingestión de alimentos cocinados, el sistema inmunológico se defiende con sus leucocitos al entrar en el cuerpo productos ajenos a la fisiología humana. Nosotros estamos preparados para digerir y asimilar alimentos crudos (naturales). Mi experiencia
me dicta ha seguir en este camino alumbrado por las leyes naturales y viviendo
en armonía con personas, animales y plantas, en pleno bosque.
Al ser frugívoros,
los humanos, anatómicamente, no necesitamos comer animales, ni sus
derivados.
BALTA
La dirección es: Balta
(+34) 619 78
85 70 Balta, (+34) 616 60 68 10 Marta, (+34) 636 32 39 60 Abraham
Modo de llegar : Hay 10 Km. desde Almuñ´ecar hasta el Centro Crudivegano. A la salida de Almuñ´ecar hacia Almería, por la N-340, hay un desvío a la izquierda. Seguirlo hasta encontrar la primera indicación de JETE. Seguir en la dirección a JETE. Al llegar a la segunda indicación, torcer a la izquierda siguiendo el indicador de Peñaescrita. Seguir un tramo, poco después de dejar un desvío a la derecha, aparece a la izquierda el indicador del Centro Crudivegano.
Respetable Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse aum_jnapika_satya_guru@hotmail.com
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